Marcados en el Olvido:
Esas intrigantes siglas marcadas en nuestros mosquetones de escalada como la N y la L, despertaron nuestra curiosidad por la historia de las normas y el marcado en los mosquetones de escalada. Sabíamos solamente una pequeña parte de ella, pero no conocíamos con exactitud todo lo que habían representado o, si lo sabíamos, no estábamos seguros de si era cierto o solamente formaban parte de la rumorología de la escalada. Por ello cruzamos email con medio mundo, desde las maravillosas montañas de Dolomitas hasta la costa oeste de los Estados Unidos, pasando por los recuerdos inequívocos de Tino Núñez de finales de los ochenta. Pero cuanto más preguntábamos más incierto era todo y más se estrechaba la salida al final del túnel de la rumorología. Finalmente, después de muchos esfuerzos y esperas, llegó una de las mejores respuestas, de la mano de Niccoló Guasti, el cual nos sorprendió con pruebas irrefutables del Club Alpino Italiano (CAI), que nos ayudaron a reconducir esta pequeña investigación.
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Inicios:
La Etiqueta de Seguridad «Safety Label» , fue registrada como marca en Suiza en 1964 y con carácter internacional en 1965, pero no fue hasta 1969 cuando se desarrolló la primera norma para mosquetones después de ocho años de estudios llevados acabo por el Sr. Griffin, junto con el Laboratorio Nacional de Ingeniería de Glasgow. Estos estudios determinaron que los mosquetones tenían que tener: una resistencia en su eje mayor con el cierre abierto de 11KN y en su eje mayor con el cierre cerrado de 22KN. Estos primeros valores exigidos en los mosquetones de escalada venían de la búsqueda por parte de la UIAA de unos requisitos de seguridad extraordinarios, que garantizaran la seguridad de los escaladores en cualquiera de las situaciones posibles que se pudieran dar en escalada. La elección de que un mosquetón resistiera 22kN, venía dada por el razonamiento lógico de que una cuerda que cumpliera con los requisitos de seguridad de la UIAA nunca podría trasmitir más de 12kN al escalador. Este concepto, unido al efecto polea que sufren los mosquetones en escalada, les daba el valor ideal de resistencia que tendrían que cumplir dichos mosquetones (22kN). Mientras que el valor de 11kn hay que reconocer que fue elegido desde
el desconocimiento del efecto whiplash o de las aperturas accidentales de los mosquetones en contacto con la roca durante las caídas en escalada, situaciones poco probables pero que hoy día conocemos de su existencia, aun así éste ha sido el valor más alto que ha registrado este aspecto de la norma a lo largo de toda su historia. Dicho valor determinaba el tamaño y el peso del mosquetón y fue elegido como resultado de la fortaleza que representaban los mejores mosquetones de la época.
Uno de los primeros mosquetones de la prestigiosa marca española Faders, fabricado a mediados de los 70, presenta una resistencia en su eje mayor con el cierre cerrado de 35KN , 10KN en su eje menor y un peso de 224gr, ya entonces Faders cumplía los requisitos de seguridad de la UIAA.
Un cambio en la norma:
Pero, en la práctica, los «mosquetones UIAA» no fueron muy bien acogidos entre los escaladores por su excesivo peso y por ello en 1979, con la intención de hacer los «mosquetones UIAA» más ligeros y manejables y teniendo en cuenta que no se habían registrado roturas de mosquetones en los últimos años, incluso en aquellos mosquetones que presentaban características inferiores, la comisión de seguridad de la UIAA decidió disminuir la resistencia exigida de 11KN en su eje mayor con el cierre abierto a 9kn. Esto, junto con la mejora de la producción de los mosquetones de aluminio (7075), revoluciono el mundo de la seguridad en la escalada.
Aparición de los primeros tipos de marcado:
Durante prácticamente 20 años, los escaladores sólo conocieron un tipo de marcado de seguridad en sus mosquetones de escalada: el marcado UIAA; pero en 1987, en la ciudad de Leeds, al norte de Londres, la Comisión Técnica de Seguridad de la UIAA aprobó unos nuevos requisitos de seguridad y métodos de ensayos para un nuevo tipo de mosquetón. Esto hizo que, por primera vez, existieran dos tipos de marcado UIAA en los mosquetones, uno para aquellos que cumplieran los requisitos de seguridad acordados en 1979 en la ciudad de Venecia, los cuales en esta nueva ocasión fueron definidos como «mosquetón de resistencia normal» (N), y el nuevo tipo de mosquetón aprobado en Leeds y denominado como » mosquetón de resistencia media» o «Light» (L). Estos presentaban claros requisitos diferentes de resistencia. los cuales podemos ver representados en la siguiente ficha:
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La decisión de la UIAA de crear este nuevo tipo de mosquetón con unos requisitos de resistencias inferiores a su predecesor, viene dada por la idea de proporcionar un mosquetón aún más ligero y, al mismo tiempo, adaptar los requisitos de resistencia y seguridad de la UIAA a la realidad existente, ya que se había comprobado que la fuerza de choque máxima de 12kn exigidas a las cuerdas de escalada eran un valor obtenido en laboratorio en condiciones extremas, que no se dan normalmente en escalada: aseguramiento fijo, cuerda bloqueada. Esto hizo que se desmoronase uno de los principales pilares que influían en la resistencia que tenía que tener un mosquetón. Por lo tanto este nuevo tipo de mosquetón -con una resistencia de 20KN en su eje mayor con el cierre cerrado- era, en principio, una muy buena propuesta para un gran numero de situaciones, lo cual colmaría las demandas de ligereza que exigirían las nuevas generaciones de escaladores.
Mosquetón de 1991 de la marca Italiana «Kong Bonatti» que, con sus 6,5 KN de resistencia en su eje mayor con el cierre abierto, roza los requisitos de seguridad de la época exigidos por la UIAA (L), hoy día no cumpliría la normativa europea, este valor tan bajo viene dado por su forma simétrica, forma originaria de los primeros mosquetones de escalada.
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Pero la disminución de este requisito de resistencia en su eje mayor con el cierre cerrado hasta dejarla en la cifra de 20KN, venía acompañada de la correspondiente disminución del resto de requisitos de resistencia exigidos. En ese sentido, la disminución de estos valores fue muy criticada, ya que los 6KN mínimos exigidos de resistencia en su eje mayor con el cierre abierto eran insuficientes bajo la existencia de las diferentes posibilidades que se conocían de que un mosquetón pudiera abrirse y luego romper bajo la tensión producida por una caída. Esta posibilidad quedó demostrada a finales de los 80 con los primeros accidentes por roturas de «mosquetones UIAA» en escalada, como consecuencia de la caída del primero de cuerda, cosa que se determinó mediante la observación de que los mosquetones rotos no presentaban ningún tipo de deformación en el brazo de palanca sobre el eje principal.
Estos accidentes, no pueden ser culpados a la UIAA, pues ellos sólo abrieron la puerta a la posibilidad de la existencia de diferentes tipos de mosquetones, acordes a las necesidades reales y a las diferentes situaciones que se podían dar en la práctica de la escalada.
Una correcta elección : a la izquierda un mosquetón fabricado a finales de los 90 por CAMP (N) con una resistencia extraordinaria, que junto con el gatillo de alambre hacen imposible una rotura por apertura accidental del cierre . Seguido de un mosquetón de la famosa serie pluma de Faders (L) de principio de los 90, con tan solo 44gr de peso, todo un lujo para la época: su dispositivo de cierre de seguridad soluciona buena parte de sus limitaciones de resistencia.
Actualmente, la escasa formación, así como el desconocimiento del marcado y de las normativas que nos ayudan a hacer una elección correcta del material, sigue creando un sinfín de accidentes. Un gran ejemplo de esto es el caso del posicionador de escalada artificial Quickfix de la marca Petzl, que con tan solo 1,5kN de resistencia ha sido todo un éxito de ventas. Asesorado por vendedores inexpertos, y siendo muy buscado por los escaladores debido a sus cómodas prestaciones, se ha podido ver cómo se ha usado incorrectamente como cabo de anclaje en la mayoría de las escuelas de escalada de este país. Finalmente, después de alguna que otra campaña de Petzl, explicando su utilidad real y los peligros que conllevaba para la practica de la escalada, el señor Paul Petzl ha tenido que retirar este genial invento, viendo que estas generaciones no han cambiado respecto a las anteriores y siguen sin leer la ficha técnica del producto.
Eso sí; en caso de encontrar alguno de esos cacharros a los que se refiere el sr. Martínez en un comercio especializado, no lo compréis salvo que sea exclusivamente para fines «coleccionistas». Sólo el marcaje CE, bajo normas actuales vigentes, garantiza seguridad y… ¡posibilidad de comercialización en la Unión Europea!
Curro Martínez
Gracias a la colaboración de la Comisión Técnica de la EAAM, Martina Sepp (Museo Alpino Alemán), Tino Núñez ( EMAM), Alfonso Egea ( Thech Rock), José Isidro Gordito (Macgyver Rules) Daved Custer ( Comisión Técnica de seguridad UIAA) y en especial a Niccoló Guasti.
Articulo publicado en la pagina web de Desnivel: